21 de agosto de 2024, miércoles. 19,00 h
Biblioteca de La Rioja (patio) | Logroño
La Fundación San Millán de la Cogolla y Ediciones del 4 de Agosto presentan el libro «Jardín de sonetos» de Federico García Lorca, en una cuidada edición de Hilario Jiménez Gómez
Se recogen en este libro los treinta y cuatro sonetos lorquianos que se conservan, algunos de ellos fragmentariamente; aunque antes se han llevado a cabo distintas recopilaciones en este sentido, es la primera vez que se agrupan en un único «jardín» la totalidad de los escritos por García Lorca desde 1917 a 1936.
Siguiendo un orden cronológico, rescatamos un primer grupo de quince sonetos —incluida la parodia albertiana— de fechas y temas heterogéneos; hilados por unas mismas afinidades y armonías aparecen los once Sonetos del amor oscuro, junto con el inconcluso número doce; a modo de apéndice, cierran el conjunto los poemas apócrifos y otros sonetos inacabados. Nunca podrá saberse cómo lo hubiera hecho Federico, pero con este Jardín de los sonetos pretendemos honrar su memoria y dar alas muchos años después a su pretendido y último proyecto editorial miserablemente inconcluso…
…y quiero que sean sonetos, porque el soneto guarda un eterno sentimiento que no cabe en otro frasco más que en éste aparentemente frío.Federico García Lorca en una carta a su amigo Melchor Fernández Almagro (julio, 1924)
Muy a finales de 1935, en una de sus entrevistas, Federico García Lorca charlaba con el periodista Antonio Otero Seco entre otras cosas de su obra literaria en marcha: «Tengo inéditos seis libros de versos y todo mi teatro sin publicar […]; pero soy tan perezoso que lo voy dejando de un día para otro sin decidirme a abordar la tarea. […] Poeta en Nueva York está terminado desde hace mucho tiempo. Ya está puesto a máquina y creo que dentro de pocos días lo entregaré. Llevará ilustraciones fotográficas y cinematográficas. […] Los libros de poesía se van haciendo siempre lentamente. El Romancero gitano tardó cinco años en publicarse. Además, yo escribo no cuando quiero sino cuando debo escribir. A veces en los momentos más insospechados. Mientras se estrenaba Doña Rosita [la soltera] o el lenguaje de las flores yo estaba tranquilamente en mi cuarto del hotel terminando un libro de sonetos. Los títulos de esos cinco libros son: Tierra y luna, Diván del Tamarit, Odas, Poemas en prosa. Y Suites, un libro que he trabajado mucho, y con gran amor, sobre temas antiguos».
Podría parecer sorprendente que García Lorca eligiese la forma métrica del soneto para conformar el que sería por desgracia su último proyecto poético; pero será definitivo el entorno cultural del momento lo que le empuje a ello. Así volvió a hablar de sus nuevos sonetos en abril de 1936 en otra entrevista periodística con Felipe Morales: «El libro de Sonetos significa la vuelta a las formas de la preceptiva después del amplio y soleado paseo por la libertad de metro y rima. En España el grupo de poetas jóvenes emprende hoy esta cruzada». Se refiere Federico a la «libertad» de sus poemas americanos frente a la escritura reglada de los sonetos que ciertamente estaban publicando en esos mismos meses Luis Rosales, Miguel Hernández, Ernestina de Champourcin, Rosa Chacel o Juan Gil-Albert entre otros. Además entre 1935 y 1936 se celebraron los centenarios de Lope de Vega y Garcilaso, y apareció la publicación en la editorial Cruz y Raya de una antología de Quevedo seleccionada por Pablo Neruda; precisamente una de las últimas conferencias proyectadas por García Lorca versaba sobre este gran poeta barroco. Es importante remarcar que tras su regreso de Nueva York en junio de 1930 Federico se centrará en el teatro, dejando su poesía en un segundo plano; quizá con esta vuelta al clasicismo buscaba recuperar una pretendida actualidad en los terrenos poéticos del momento.
Este proyectado libro de sonetos (al igual que el resto de trabajos iniciados) se vería frustrado tristemente por la muerte del poeta en el verano de 1936. Nos han llegado muchas noticias del entorno y las amistades de García Lorca sobre la gestación de este libro, que el granadino dentro de esa «fantasía» que le caracterizaba pretendía que estuviera formado por nada menos que cien sonetos imitando la gesta de su admirado Shakespeare. Incluso por algunos testimonios recogidos, Federico había pensado agrupar todas las composiciones bajo el título genérico de Jardín de los sonetos. Sin más pruebas conservadas, el libro al final –por lo visto− habría estado formado por una treintena de sonetos, los más antiguos fechados en 1924. Nada existe anotado por el propio Lorca, así que sólo podemos plantearnos conjeturas imprecisas.
Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, 1898-camino de Víznar a Alfacar, 1936). Poeta y dramaturgo español; es el escritor de nacionalidad española más famoso del siglo XX y uno de sus artistas supremos. Su asesinato durante los primeros días de la Guerra Civil española hizo de él una víctima especialmente notable del franquismo, lo que contribuyó a que se conociera su obra. Sin embargo, ochenta y ocho años después del crimen, su valoración y su prestigio universal permanecen inalterados. Nació en Fuente Vaqueros (Granada), en el seno de una familia de posición económica desahogada. Estudió bachillerato y música en su ciudad natal y, entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, un centro importante de intercambios culturales donde se hizo amigo del pintor Salvador Dalí, el cineasta Luis Buñuel y el también poeta Rafael Alberti, entre otros, a quienes cautivó con sus múltiples talentos. Viajó a Nueva York y Cuba en 1929-30. Volvió a España y escribió obras teatrales que le hicieron muy famoso. Fue director del teatro universitario La Barraca, conferenciante, compositor de canciones y tuvo mucho éxito en Argentina y Uruguay, países a los que viajó en 1933-34.
Sus primeros poemas quedaron recogidos en Libro de poemas, de 1921, una antología que tiene grandes logros. En 1922 organizó con el compositor Manuel de Falla, el primer festival de cante jondo, y ese mismo año escribió precisamente el Poema del cante jondo, aunque no lo publicaría hasta 1931. El Primer romancero gitano, de 1928, es un ejemplo genial de poesía compuesta a partir de materiales populares, y ofrece una Andalucía de carácter mítico por medio de unas metáforas deslumbrantes y unos símbolos como la luna, los colores, los caballos, el agua, o los peces, destinados a transmitir sensaciones donde el amor y la muerte destacan con fuerza. Tras los Poemas en prosa, escribió en Nueva York un gran ciclo profético y metafísico en el que el autor apuesta por los oprimidos, sin dejar de sacar a relucir sus obsesiones íntimas. El ciclo iba a constar de dos libros, Poeta en Nueva York, escrito entre 1929 y 1930, pero que no se publicó hasta 1940, y Tierra y Luna (que vio la luz en Ediciones del 4 de Agosto en 2021), del que algunos poemas fueron incluidos en Diván del Tamarit, concluido en 1934, aunque también se publicó póstumamente. Calificados muchas veces de surrealistas, los poemas de esa obra clave de García Lorca que es Poeta en Nueva York, expresan el horror ante la falta de raíces naturales, la ausencia de una mitología unificadora o de un sueño colectivo que den sentido a una sociedad impersonal, violenta y desgarrada. Por su parte, los incompletos Sonetos del amor oscuro, escritos durante una temporada en Nueva Inglaterra (Estados Unidos), expresan una desesperación más personal y constituyen unas muestras admirables de erotismo, que sólo recientemente han sido dadas a conocer. Otro importante poema de Lorca, dentro de la línea del neopopulismo, es el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de 1935, una elegía compuesta al morir ese torero intelectual, amigo de muchos de los poetas de la generación de Lorca. Mientras que los Seis poemas galegos, del mismo año, consiguen trascender las referencias populares evidentes.
El teatro de Lorca es, junto al de Valle-Inclán, el más importante escrito en castellano durante el siglo XX. Se trata de un teatro de una gama muy variada con símbolos o personajes fantásticos como la muerte y la Luna, lírico, en ocasiones, con un sentido profundo de las fuerzas de la naturaleza y de la vida. Entre sus farsas, escritas de 1921 a 1928, destacan Tragicomedia de don Cristóbal y Retablillo de don Cristóbal, piezas de guiñol, y sobre todo La zapatera prodigiosa, una obra de ambiente andaluz que enfrenta realidad e imaginación. También pertenece a la categoría de farsa Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. De 1930 y 1931 son los dramas calificados como -irrepresentables-, El público y Así que pasen cinco años, obras complejas con influencia del psicoanálisis, que ponen en escena el mismo hecho teatral, la revolución y la homosexualidad, a partir de un complejo sistema de correspondencias. Dos tragedias rurales son Bodas de sangre, de 1933, y Yerma, de 1934, donde se aúnan mitología, mundos poéticos y realidad. En Doña Rosita la soltera, de 1935, aborda el problema de la solterona española, algo que también aparece en La casa de Bernarda Alba, concluida en junio de 1936, y que la crítica suele considerar la obra fundamental de Lorca. Al comienzo de su carrera también había escrito dos dramas modernistas, El maleficio de la mariposa (1920) y Mariana Pineda (1927). El mundo de García Lorca supone una capacidad creativa, poder de síntesis y facultad natural para captar, expresar y combinar la mayor suma de resonancias poéticas, sin esfuerzo aparente, y llegar a la perfección, no como resultado de una técnica conseguida con esfuerzo, sino casi de golpe. La variedad de formas y tonalidad resulta deslumbrante, con el amor, presentado en un sentido cósmico y pansexualista, la esterilidad, la infancia y la muerte como motivos fundamentales. Sus posiciones antifascistas y su fama le convirtieron en una víctima fatal de la Guerra Civil, en Granada, donde le fusilaron. (epdlp.com)
Hilario Jiménez Gómez (Montánchez, Cáceres, 1974) es licenciado con grado en Filología Hispánica y profesor de Lengua castellana y Literatura. Se ha especializado en el estudio de los autores del 27, la literatura de vanguardia y la poesía española contemporánea publicando diversos artículos, ensayos y ediciones críticas sobre Emilia Pardo Bazán, Rubén Darío, Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti, María Teresa León, las poetas del 27, Pablo Neruda, Miguel Hernández, Juan Antonio Gaya Nuño, Félix Grande o Concha de Marco, entre otros.
También se ha acercado a la poesía propia con varios libros, destacando En un triángulo de ausencias (2003), De la noche a los espejos (2015), Para que la vida ocurra (2018), Fragilidades (2021) o La otredad (2024). Sus poemas han aparecido además en revistas literarias y libros colectivos. En Savia y ceniza (2020) se ha reunido toda su poesía hasta la fecha.
Es el Cronista Oficial de su pueblo natal, sobre el que ha editado diferentes trabajos, además de conferenciante, articulista y colaborador asiduo en distintas publicaciones científicas y de creación; es también jurado en varios premios literarios nacionales e internacionales y entre otras actividades culturales ha organizado congresos literarios, jornadas y exposiciones. Ha recibido los premios «Diálogo de Culturas» (2018), el «Escriduende» de la Feria del Libro de Madrid en dos ocasiones (2019 y 2021), el Premio de Poesía «Rubén Darío» (2020) o Premio Internacional de Literatura «Gustavo Adolfo Bécquer» (2023). Desde 2006 mantiene abierto en internet su blog «Ausencias». En su diario Exprimiendo limones de madrugada (2013) han quedado recogidas sus páginas más personales.
Programación #agostoclandestino, actualizaciones, actos sorpresa: https://4deagosto.com/agosto-clandestino-poetas-en-la-rioja/
Organiza:
Asociación Cultural Planeta Clandestino / Ediciones del 4 de Agosto
Colaboran:
Gobierno de La Rioja
IRJ Instituto Riojano de la Juventud
Fundación San Millán de la Cogolla
ARE Asociación Riojana de Escritores
Hotel Gran Vía Logroño
Filmoteca de La Rioja Rafael Azcona
Restaurante Petit Comité
II-Broker. Correduría de seguros
La Zamarra. Cultura y desarrollo rural
Espacio Odisea
Escenario Vivo
La esquina poética