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4.9.22

Mario Obrero presenta su último poemario, «Cerezas sobre la muerte» en #agostoclandestino

  5 de septiembre de 2022, lunes, 17:30 h.

Santos Ochoa (Calvo Sotelo, 19) | Logroño

Café con hielo y poesía: #agostoclandestino en Santos Ochoa


Mario Obrero presenta su último poemario, «Cerezas sobre la muerte» en #agostoclandestino

Te proponemos un plan refrescante para esta tarde de agosto, disfrutar de la presencia y recital del poeta Mario Obrero, que nos presentará su último libro y disfrutar de un café con hielo por cortesía de Santo Ochoa. Además puedes seguir el acto en directo en el canal de youtube de la librería.



El propio autor ha escrito en La Marea sobre su libro: Decía la poeta polaca Wislawa Szymborska: “Para una tumba que puede estar en cualquier parte, manojos de flores sin cortar”. A veces, esas tumbas silenciadas yacen bajo un cerezal, como era el caso hasta hace unos años de la fosa común de Pernafeites en Miravet (Tarragona), donde las cerezas nacían débiles y raquíticas sobre la muerte. Los frutos no pueden germinar sobre los crímenes igual que la España de 2022 no puede pensar en un futuro si este se edifica sobre la albura de los huesos de 114.226 desaparecidas durante la Guerra Civil y la posguerra. 
Esta conciencia hortícola, esa savia que maravillaba a Marianne Moore por hacer roja la cereza, es la que me llevó a escribir Cerezas sobre la muerte, publicado por La Bella Varsovia. En términos meramente editoriales, el libro es, a mi parecer, humilde y sencillo, pero las coordenadas que aborda creo que son esenciales, más para la poesía, e incluso más para la poesía joven española.
El discurso poético es un discurso civil y ético, una decidida ubicación en el mundo. Frente al blanqueamiento de la barbarie acometida por el régimen franquista, la poesía ha de estar en el lugar incómodo y opositor del vencido; en todos los anillos, sonajeros, lápices y semillas que hoy acompañan a nuestras desaparecidas en las más de 3.000 fosas documentadas por todo el Estado. 
Con la misma ilusión que se cantaba Le temps des cérises en la Comuna de París, el tiempo de estas cerezas llegó de la mano de un proyecto impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través del INJUVE y el Observatorio Europeo de Memorias. Ruta al exilio fue la primera edición de un programa que busca acercar a jóvenes de entre 16 y 17 años la memoria histórica recorriendo el periplo exílico que más de 440 000 compatriotas realizaron hasta el sur de Francia a comienzos de 1939. Las instituciones públicas tienen el deber de conceder a la ciudadanía sus derechos legítimos a una memoria plural y diversa. Cuando esto sucede, la recolecta es maravillosa: treinta proyectos creativos salieron de esas jornadas a todos los puntos del Estado en la voz de compañeras nacidas después de 2002. 
Cerezas sobre la muerte mistura la poética verbal con la poética plástica a través de ilustraciones y, en ese espíritu asambleario, las cerezas son un espacio polígloto donde conviven sin traducción ni cursiva voces en euskera, asturianu, castellano, català y galego.
Frente a una derecha que pone el grito en el cielo cuando una niña de Lekunberri, Altsasu o Elizondo tiene acceso a los dibujos animados en euskera, frente a una Ayuso que ofrece acogida a los niños “acosados por querer estudiar español” en los colegios públicos de Madrid (la mitad de ellos, sumidos en un bilingüismo que prima el inglés y ha sido profundamente puesto en cuestión por sus deficiencias), frente a las campañas homófobas que Vox airea por Asturies contra la oficialidá del asturianu o frente a un Feijóo que defiende “la Galicia donde hablamos español y castellano y donde lo que nos interesa es aspirar a hablar inglés”, el discurso de réplica y defensa pasa por ser necesariamente plurilingüe.
Y es que aquellos que aún siguen fantaseando con el “habla la lengua del imperio”, son los mismos que desdeñan la memoria histórica y su imperativo ético. Un ejemplo ilustrativo son las declaraciones de la diputada popular Paloma Gázquez que, si a finales de julio de 2021 decía “la ley de Memoria Democrática ni es memoria ni es democrática. Es sectarismo y revanchismo de lo más burdo”, unos meses después reprendía en la tribuna del Congreso de los Diputados con un “Gijón, y no Xixón, señora Castañón” a la diputada de Unidas Podemos y graduada en Filología Hispánica. Lejos de sorprender, este inseparable vínculo entre desmemoria y supremacía lingüística es fruto de una percepción capitalista de lo útil, que busca en las cosas no su servicio sino su servidumbre. Por suerte, la lengua y la memoria histórica no son serviles al imaginario de los que se pasean con la misma altiveza que el señorito Iván en Los santos inocentes. 
La poesía actual no escapa a la etiqueta “joven”, que persigue a las poetas hasta más allá de sus cuarenta años. Mis versos (como los de tantas otras) son exactamente jóvenes (de dieciocho años de edad) y, precisamente por ello, piensan, se preocupan y denuncian las postrimerías de un franquismo que mantiene a España en un olvido ilegítimo y nada casual. Campos de concentración, cárceles para mujeres y homosexuales, centros de tortura y cuarteles son hoy nuestras escuelas, universidades, bibliotecas y campos de fútbol. No hay “heridas cerradas” ni concordia que valga sobre una tierra que aún porta los sueños soterrados de cientos de miles de ciudadanas. Frente a los silencios impuestos, cultura y más cultura. Poesía para reparar y cantar las canciones pendientes de ser cantadas. Escribía Sarrionandia hace unas décadas “gereziondoak landatu beharko dira” (“habrá que ponerse a plantar cerezos”): plantemos, recojamos y alimentemos los frutos rojos de la dignidad.


Mario Obrero nació en Madrid en 2003, y comenzó a escribir a los siete años. Ha publicado los libros Carpintería de armónicos (XIV Premio de Poesía Joven Félix Grande; Universidad Popular José Hierro, 2018), Ese ruido ya pájaro (Ediciones Entricíclopes, 2019), Peachtree City (XXXIII Premio Loewe a la Creación Joven; Visor, 2021) y Cerezas sobre la muerte (La Bella Varsovia, 2022). Cursó Bachillerato de Humanidades en el instituto público La Senda de Getafe. Colabora en los micrófonos de Gente despierta, de RNE, con la sección de poesía «Un poeta en París».



Organiza:
Asociación Cultural Planeta Clandestino / Ediciones del 4 de Agosto

Colaboran:
Gobierno de La Rioja
Asociación Riojana de Escritores (ARE)
Biblioteca de La Rioja Almudena Grandes
Cross Business Time
Filmoteca de La Rioja Rafael Azcona
Hotel Gran Vía
Restaurante La Meji / Petit Comité
Santos Ochoa
Peñaclara
Profisegur

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