Algunos célebres escritores han opinado sobre el último libro de Tere Irastortza Garmendia publicado por el sello Olifante, por ejemplo, Dolors Udina i Abellò opina que «Son nueve, los pájaros» es como un testamento de todo lo leído y aprendido a lo largo de la vida, una destilación de pensamientos que incitan a pensar y a escribir [...] Es destacable la generosidad de la autora que, en esta amalgama de ideas procedentes de sus lecturas y de su vida, genera pensamiento y la necesidad de profundizar en cada idea [...] Muchas páginas de este libro acompañarán al lector tiempo después de haberlo leído. Hay en él cientos de perlas que, parafraseando a Flaubert, con el hilo que las une forman el collar de la literatura. Vicente Huici Urmeneta dice que «Son nueve, los pájaros». Vademécum, casi Oráculo Manual, que se puede abrir por cualquier página porque siempre se encontrará una reflexión, una cita, una rememoración, una etimología, un verso que articulará una deriva, encadenando lo descriptivo con lo narrativo, lo exterior con lo interior, la mirada hacia el yo, el tú y los otros y otras, y también hacia Lo Otro, eso que suele quedar más allá y más acá de las palabras... O Mariano Castro Ballester afirma que el libro es escritura de escrituras, largo y proteico aliento, exquisita armonización de pulsión lingüística apasionada y certeros advenimientos, Son nueve, los pájaros, constituye una obra inmensa e inclasificable levantada sobre pilares esenciales de la creación: curiositas, estudio, imaginación, amor, razón poética y búsqueda, no ya de respuestas, sino de preguntas que horaden la corteza de una realidad, ciega e inmóvil, presa del pensamiento único [...]
Al lector
- Amiga, amigo, puedes leer este libro centrándote en dos o tres palabras: acercando las manos a la boca, alentándolas en la palma de la mano; como cuando, en la víspera de San Juan, cobijabas dos huevos en el pecho y otros dos en el regazo.
- A los niños se les enseña a contar y a representar lo figurado con los dedos. En euskera los dedos reciben nombres de pájaro, tal vez como si se les hablara como a los polluelos y a los huevos que se calentaban en la palma. Por lo que, partiendo del nombre de pajarito o Txorittua referido al meñique, se denomina a los otros con los nombres de Bilhagarittua, Pipil xaletua, Atsamanettuz, Janettua. Al finalizar el juego de manos, se cosquilleaba la palma de la mano pronunciando Kikiriki –en español cucurrucú–. El Padre Donostia supo de este juego en Burdeos, en 1936, gracias a Maitena, hija del músico Jean Dominique Julien Sallaberry.
- Anoto: También Olga Novo fala en paxariño; lo pienso, mientras me pregunto, con qué dedo hojearás tú este libro.
- En los cuadernos perduran muchas realidades que ni se han sucedido, ni se presumen, y son, sin duda, vida.
- Vital y animado; triste y mustio.
- Iniciarlo todo estrenando cuadernos con tintas multicolores y entretextos; y que germine la vida.
- Reescribo: libretas que liberan vida y cuadernos en los que coserla.