Dios cabalga los lomos de las muchachas
El dibujante, músico, poeta y miembro del consejo editor de Ediciones del 4 DE AGOSTO Enrique Cabezón publica su nuevo libro de poesía Dios cabalga los lomos de las muchachas (LF Eds., Béjar, 2005). El cuarto libro del escritor ofrece un conjunto de epigramas y diálogos que suponen la confirmación y a la vez también la mejor entrega del autor.
La poesía como un panal en el que tiembla la jalea cada vez que se cuela un zángano, así explica el poeta Enrique Cabezón su labor literaria. Después de mostrarnos sus múltiples disciplinas artísticas, y pocas semanas después de haber editado su nueva entrega gráfica, la adaptación al cómic de la novela picaresca El Guitón Honofre (Kabemayor, 2006), Enrique Cabezón se confirma ahora como poeta con este segundo libro. Dios cabalga los lomos de las muchachas, que ha sido publicado dentro de la colección El Árbol/Espiral de la editorial bejarana LF Ediciones.
Dios cabalga los lomos de las muchachas supone la afirmación de Enrique Cabezón como uno de los poetas más interesantes y con más proyección de La Rioja. Se trata de un poemario complejo dividido en tres secciones y una coda, la primera: A lo tonto me lo bailo es un compendio epigramático que bebe de fuentes latinas y clásicas con ecos de Propercio, Horacio o Catulo. La segunda, Presunción de la muerte, nos traslada al laberinto del Minotauro en un juego de espejos donde dialogan autor y obra, además de servir como perfecto prólogo de la última parte: Los días se suicidan, la mejor entrega que el autor nos ha dado hasta la fecha por su ruptura y modernidad y una síntesis que aboca directamente a poetas del calibre de Ginsberg, Wolfe, Iribarren, Cuenca o Ángel González. Todas estas pistas nos las proporciona Luis Felipe Comendador en el prólogo del libro. La portada del volumen es obra de otro riojano: el dibujante Carlos Cabezón. Este libro resulta, por las críticas que ya ha cosechado, uno de los pilares en los que basar la revolución que vive la poesía en La Rioja, a través de uno de sus autores más señeros.