Federico García Lorca vuelve a La Rioja: San Millán acoge la presentación de «Tierra y luna», el libro perdido del inmortal poeta granadino
El libro, publicado por Ediciones del 4 de Agosto y la Fundación San Millán de la Cogolla se presentará con un triple acto en un marco incomparable, la cuna del primer poeta de nombre conocido de nuestra lengua.
Habrá autobús gratuito 10,30h. desde la Fuente de Murrieta,
es necesario reservar plaza 686745067
El editor y poeta Enrique Cabezón ha escrito sobre «Tierra y luna» en ArchiLetras: Guardo en la memoria la imagen trabajando del antropólogo y forense Francisco Etxeberria, esa forma suya de enfrentarse a los restos exhumados con rigor, respeto y delicadeza, a pesar de lo comprometido de los casos en los que ha trabajado y que le han dado dimensión mediática. Es una imagen recurrente que no puedo evitar cuando pienso en el trabajo del profesor e investigador extremeño Hilario Jiménez Gómez que, en próximas fechas, va a dar a imprenta la reconstrucción de un libro inédito —todavía hoy— tal y como lo concibió Federico García Lorca, asesinado por los golpistas por «homosexual, socialista y masón», según un informe de 1965 de la Jefatura Superior de Policía de Granada. ¿Cómo es posible que quede material inédito de esa envergadura de uno de los poetas españoles más brillantes del siglo XX? La historia de Tierra y luna es fascinante. Se trata de uno de los dos libros que Lorca escribió en su ciclo neoyorquino, entre 1929 y 1930; el otro fue New York. En 1934, el poeta decidió fundir los dos libros y un tercer manuscrito, Introducción a la muerte, en uno solo, que en 1935 pasará a llamarse Poeta en Nueva York, uno de los libros clave de nuestra poesía. Con esa decisión se confirma el desmembramiento del resto de Tierra y luna. Algunos poemas irán a parar a las páginas de Diván del Tamarit, otros quedarán relegados a las secciones de poemas sueltos en antologías u obras completas sin encontrar acomodo más allá de lo cronológico.
Desde las primeras noticias de este manuscrito, fruto de la investigación de Eutimio Martín en 1972, hasta que Jiménez Gómez se encarga de su reciente edición crítica de Poeta en Nueva York (Sial, 2020), sabemos muy poco de Tierra y luna, pero la localización del manuscrito en el reverso del poema mecanografiado «El niño Stanton» cambiará esta situación para siempre. Se trata de un índice que dará luz a la reconstrucción del libro. Una anotación, presumiblemente de 1933, donde Lorca copia a mano una lista de diecisiete poemas. Tras cada uno de ellos anota el número de páginas que ocupa. Tal descubrimiento nos permite rastrear el destino de los poemas de Tierra y luna: diez de los poemas formaron parte de Poeta en Nueva York, tres de Diván del Tamarit y cuatro son los que quedaron adscritos al proyecto Tierra y luna.
Hasta aquí lo que sabíamos hasta la edición de este libro. Sin embargo, a finales de 1935, Lorca vuelve a referirse al libro en una entrevista: «tengo inéditos seis libros de versos y todo mi teatro sin publicar. […] Poeta en Nueva York está terminado desde hace mucho tiempo. En multitud de ocasiones he leído fragmentos de él. Ya está puesto a máquina y creo que dentro de pocos días lo entregaré. […] Los títulos de esos cinco libros son: Tierra y luna, Diván del Tamarit, Odas, Poemas en prosa y Suites». Hilario Jiménez se pregunta con inquietud en el prólogo de la obra por qué Lorca vuelve a referirse a Tierra y luna una vez cerrado Poeta en Nueva York. ¿Duda de su decisión de reunir en un solo libro aquellos tres manuscritos? ¿Si no le hubiesen asesinado hubiese seguido trabajando en un segundo poemario americano? ¿Hubiese crecido el número de poemas? Preguntas que quedarán sin respuesta.
La edición de Ediciones del 4 de Agosto, en su colección de cuadernos poéticos Planeta Clandestino, es una oportunidad de oro que nos obliga a leer con otra perspectiva el ciclo americano de García Lorca. Se trata de la primera vez que podemos asomarnos a Tierra y luna tal y como lo concibió el poeta, aclarando uno de los conjuntos poéticos más ambiciosos y trascendentales de nuestra lengua. Nos ilustra sobre el método del trabajo del poeta, esclarece el proceso de escritura de uno de nuestros genios, nos permite leer el libro al que Lorca nunca renunció tal como lo imaginó y quería. (...) Tierra y luna se cierra con «Omega (poema para muertos)», poema que daría origen y título a, tal vez, el acercamiento musical más impresionante jamás realizado a la obra de Federico y a uno de los discos más relevantes del añorado Enrique Morente. «Omega» está a punto de cumplir veinticinco años. Hace unos días comenté con uno de los responsables de aquel monumento sonoro, Antonio Arias (que también estará presenta en esta edición de #agostoclandestino), de Lagartija Nick, la noticia de la edición de este libro: «Hasta cierto punto desconocido», me dijo. Y tanto, dado que, hasta la aparición de este libro, los lectores de Federico ajenos al mundo académico solo conocían cuatro poemas bajo ese título, y tal vez la noticia que nos legó el profesor Martín.
Vuelvo a la imagen de Etxeberria, al que he nombrado más arriba. Un médico forense es quien determina el origen de las lesiones y la causa de la muerte de unos restos para auxiliar a jueces y tribunales y, si así fuese necesario, administrar justicia a los responsables si los hubiera. Algo así ha hecho Hilario Jiménez con su seriedad habitual: ha reconstruido un libro que el crimen, que fue en Granada, ¡en su Granada!, nos arrebató y viene hoy a auxiliar a los lectores y a dar una perspectiva más fidedigna y rigurosa a la obra de Federico García Lorca.
Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 5 de junio de 1898 – camino Víznar a Alfacar, 1936). Poeta y dramaturgo español, adscrito a la generación del 27. Desde pequeño entra en contacto con las artes a través de la música y el dibujo. En 1915 comienza a estudiar Filosofía y Letras, así como Derecho, en la Universidad de Granada. Forma parte de El Rinconcillo, centro de reunión de los artistas granadinos donde conoce a Manuel de Falla. Entre 1916 y 1917 realiza una serie de viajes por España con sus compañeros de estudios, conociendo a Antonio Machado y que inspiran su primer libro Impresiones y paisajes (1918). En 1919 se traslada a Madrid y se instala en la Residencia de Estudiantes, coincidiendo con numerosos literatos e intelectuales. Allí, empieza a florecer su actividad literaria con la publicación de obras como Libro de poemas (1921) o El maleficio de la mariposa (1920).
Junto a un grupo de intelectuales granadinos funda en 1928 la revista Gallo, de la que sólo salen 2 ejemplares. En 1929 viaja a Nueva York, plasmando este viaje en Poeta en Nueva York, que se publicaría ya fallecido el autor en 1940. Dos años después funda el grupo teatral universitario La Barraca, para acercar el teatro al pueblo mediante obras del Siglo de Oro.
Otro viaje a Buenos Aires en 1933 hace crecer más su popularidad con el estreno de Bodas de Sangre y a su vuelta a España un año después sigue publicando diversas obras como Yerma o La casa de Bernarda Alba (1936) hasta que en 1936, en su regreso a Granada es detenido y fusilado por sus ideas liberales.
Escribe tanto poesía como teatro, si bien en los últimos años se vuelca más en este último, participando no sólo en su creación sino también en la escenificación y el montaje. En sus primeros libros de poesía se muestra más bien modernista, siguiendo la estela de Antonio Machado, Rubén Darío y Salvador Rueda. En una segunda etapa aúna el Modernismo con la Vanguardia, partiendo de una base tradicional.
En cuanto a su labor teatral, Lorca emplea rasgos líricos, míticos y simbólicos, y recurre tanto a la canción popular como a la desmesura calderoniana o al teatro de títeres. En su teatro lo visual es tan importante como lo lingüístico, y predomina siempre el dramatismo.
En la actualidad Federico García Lorca es el poeta español más leído de todos los tiempos y el 11 de noviembre de 2008 la Biblioteca del Instituto Cervantes de Tokio es inaugurada con el nombre de Federico García Lorca. (cervantes.es)
Acto 1, 11,00h.: Acto de entrega de un ejemplar de «Tierra y luna» de Federico García Lorca a la biblioteca del monasterio.
Nuestra lengua es un hilo invisible que une la obra de Gonzalo de Berceo con la de Lorca y todos los poetas y escritores que escriben en nuestras lenguas latinoamericanas. Con este acto simbólico queremos celebrar la salud de ese vínculo cultural a través de los siglos y los hombres.
La grandeza de la Biblioteca Emilianense se debe más al mérito de algunas obras que en ella se guardan que al número de volúmenes que contiene. La sala destinada para biblioteca y su artística estantería no admite más de diez mil volúmenes. Los monjes que habían cursado estudios especiales para obtener grados académicos tenían su librería particular.
En los últimos decenios del siglo XII y los primeros del XIII se produce en muchos monasterios, entre ellos San Millán, una intensa labor de copia de los más importantes manuscritos guardados en la biblioteca, especialmente los de vidas de santos, Biblias y textos históricos de todo tipo. Al mismo tiempo, surgió otra situación: en los centros dependientes del cenobio emilianense (que cada vez contaba con más posesiones) la conservación de códices antiguos no ofrecía especiales alicientes, por lo que, en más de una ocasión, fueron remitidos probablemente a San Millán para incorporarlos a la Biblioteca central.
Desde el año 1835, en el que tuvieron que abandonar el monasterio los monjes benedictinos, hasta el 1878, en el que se instalaron los Agustinos Recoletos, fueron numerosos los saqueos y despojos de que fue víctima el cenobio. Por lo tanto, cuando llegaron los Agustinos, la Biblioteca estaba prácticamente vacía. Los Agustinos fueron recobrando muchos libros que habían desaparecido y hoy en día la Biblioteca, aunque no está tan completa como antes, posee una verdadera riqueza de libros antiguos. (Más información
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Visita virtual a la Biblioteca Monástica:
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Acto 2, 11,30h.: Presentación de «Tierra y luna», a cargo de Hilario Jiménez Gómez
Hilario Jiménez Gómez (Montánchez, Cáceres, 1974) es Licenciado con Grado en Filología Hispánica y profesor de Lengua castellana y Literatura. Ha publicado diversos artículos, ensayos y ediciones críticas sobre Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti, María Teresa León, Pablo Neruda, Miguel Hernández, Juan Antonio Gaya Nuño, Félix Grande o Concha de Marco, entre otros.
También se ha acercado a la poesía con varios libros, destacando En un triángulo de ausencias (2003), De la noche a los espejos (2015), Para que la vida ocurra (2018) o Fragilidades (2021). Sus poemas han aparecido además en revistas literarias y libros colectivos. Dos antologías temáticas recogen una amplia selección de su obra poética: AQVA (2017) y TERRA (2019). En el libro Savia y ceniza (2020) se ha reunido toda su poesía hasta la fecha.
Es el Cronista Oficial de la Antigua y Leal Villa de Montánchez y ha recibido entre otros el premio «Diálogo de Culturas» (2018) o el Premio Internacional de Literatura «Rubén Darío» (2020). Desde 2006 mantiene abierto en internet su blog «Ausencias». En su diario Exprimiendo limones de madrugada (2013) han quedado recogidas sus páginas más personales.
Acto 3, 12,30h.: Conferencia, «Los últimos días de García Lorca», a cargo de Miguel Caballero