Agosto Clandestino, desde su nacimiento en 2004, se ha transformado en un referente nacional del fomento de la lectura poética en España. A punto de celebrar su vigésima primera edición en 2025, el festival ha demostrado una capacidad única para romper barreras y democratizar el acceso a la literatura, especialmente en un género tan esencial como la poesía.
Un festival pionero y autogestionado
Impulsado por la Asociación Planeta Clandestino y Ediciones del 4 de Agosto, el festival surgió desde la autogestión y la iniciativa civil, situando a La Rioja en el mapa de la poesía contemporánea, superando la tradicional periferia cultural que ha caracterizado a la región. Su apuesta por la excelencia literaria, la pluralidad creativa y el compromiso social ha convertido a Agosto Clandestino en uno de los festivales poéticos más longevos y reconocidos –por el público y la crítica especializada– de España.
Democracia lectora: más de 83,000 libros de poesía regalados
Uno de los rasgos más extraordinarios —y sin parangón en el país— es la distribución gratuita de más de 83,000 cuadernos de poesía contemporánea hasta la fecha, en ediciones limitadas, firmadas y numeradas por los propios autores. Esta iniciativa sostenida ha llevado la poesía de calidad a todo tipo de públicos, independientemente de su situación económica, y ha acercado la literatura tanto a la capital riojana como a pueblos y barrios rurales, rompiendo no solo barreras económicas sino también simbólicas.
El festival no se limita a la entrega de libros: fomenta activamente la participación con micrófonos abiertos, recitales y talleres; integra jóvenes autores, apuesta por la pluralidad de tendencias poéticas —con presencia de autores de toda España y Latinoamérica— y utiliza las redes sociales y los formatos digitales para renovar los públicos lectores, atrayendo a nuevas generaciones.
Innovación, diversidad y compromiso territorial
A lo largo de dos décadas, Agosto Clandestino ha convertido escenarios convencionales y alternativos —tiendas, embalses, aldeas rurales, filmotecas— en espacios poéticos. Su propuesta multidisciplinar suma literatura, música, cine, artes visuales y teatro, transformando el festival en un laboratorio cultural que fomenta nuevas experiencias lectoras.
El compromiso con el medio rural y la descentralización cultural constituye una seña de identidad indispensable: resiste la concentración de la agenda cultural en la capital, reivindicando La Rioja como epicentro poético, y ha rendido homenaje a figuras históricas proyectando la región a nivel nacional e internacional.
Impacto, rentabilidad social y reconocimiento
La valía del festival ha trascendido La Rioja, inspirando iniciativas similares y recibiendo homenajes de entidades como RTVE o el Festival de las Letras de La Puebla de Cazalla. Con un presupuesto modesto demuestra una rentabilidad social y mediática sobresaliente: millones de impactos en buscadores y una cobertura sostenida en medios regionales y nacionales han multiplicado, año tras año, el retorno de la inversión.
Su modelo de autogestión y sostenibilidad lo ha posicionado como ejemplo de buenas prácticas culturales, sumando apoyos institucionales y privados sin renunciar a la independencia ni a la vocación de servicio público. Ha creado comunidad, generado redes colaborativas y reivindicado la edición independiente como motor de bibliodiversidad y fomento de la lectura.
Un modelo de fomento de la lectura
Agosto Clandestino es, sin duda, un caso singular y ejemplar. Sus veintiún años de entrega sostenida al fomento de la lectura, la democratización del acceso a la poesía y el compromiso con la diversidad y la descentralización cultural son méritos más que suficientes para situarlo como uno de los proyectos literarios de mayor relevancia social en la España contemporánea. La pasión por la palabra, canalizada a través de su labor, ha transformado La Rioja, acercando la lectura a miles de personas y demostrando que la poesía puede ser motor de cambio social, cultural y territorial.